El periodo de confinamiento de la pandemia se definió por una moda escapista que contribuía a evadirse de la realidad. Dos años después, vemos una propuesta menos onírica y más realista y sencilla de aplicar.
Los años 2000 seguirán siendo la década por antonomasia en la pasarela, pero también veremos otros momentos históricos como la estética de los 60 o las hombreras de los 80. Veremos alternativas interesantes sin dejar de lado ese componente erótico y sensual que lleva impregnado en la moda desde que acabó el confinamiento.
Black and white
No hay año que no falte la combinación favorita de Gabrielle Chanel, ambos colores son la mezcla de elegancia sin duda. Gabriela Hertz propone tops de aire renacentista o total black looks. Por otro lado, Peter Do es otra de las firmas que ha hecho de esta alianza cromática un sello identitario, en pantalones y abrigos.
Dominatrix
Es una de las tónicas más reiteradas en tiempos de la nueva normalidad. Sobre la pasarela, como en las campañas de moda, esta necesidad se tradujo en una gran carga erótica y sexual. Tanto Balmain como Versace apuestan por la inclusión del corsé, una de las prendas inherentes a la moda fetichista. No faltara el total look en color negro y materiales como el latex.
Años 60
Dentro de las décadas que vienen y van, hoy la nostalgia pone el foco en los años 60. Vuelve la chica yeyé con todo lo que implica: una alusión a la revolución sexual. El vestido babydoll o la consolidación de la minifalda, desde Jil Sander Courreges a Coach, son la traducción más literal de la estética del youthquake.
Prendas de cuero
El fashion week de Milán fue una de las semanas de la moda que convirtió el cuero en el punto de partida principal de sus colecciones. La novedad que trae consigo las tendencias este otoño invierno 23 es precisamente el cuero en colores. Prada tiñe sus chaquetas en verde oliva, al mismo tiempo propone el fucsia, como Lanvin para looks más sofisticados.
Color rosa
Si hay un color que lleva siendo la clave durante las temporadas es el rosa. El tono vuelve con fuerza en todas sus gamas. El tono más suave utilizado en firmas como Carolina Herrera o Alexander Mcqueen, en delicados juegos de superposiciones. Versace apuesta por una tonalidad más chicle, mientras que Blumarine sigue insistiendo en la era dosmilera a base de combinar distintos tipos de rosa.
¿Qué opinas de estas tendencias? A nosotras nos encanta, sin duda no son las únicas tendencias que veremos en el 2023 pero si unas de las más fuertes.