Pata de Gallo (estampado)

La pata de gallo o pied de poule es una trama que se caracteriza por la repetición simétrica de figuras abstractas de cuatro puntas que se asemeja a la pisada de un gallo. Su historia comienza con los tradicionales tejidos de lana escoceses pero la aristocracia inglesa fue la encargada de popularizarlo. El Príncipe de Gales, hijo de la Reina Victoria, adoptó este tejido transformándolo en sinónimo de la elegancia masculina del siglo XIX. También el Duque de Windsor, conocido como el fashionista de la realeza, lo sumó a su extravagante vestidor en los 30s.

¿Cómo llegó al clóset de las mujeres?

Claro que de la mano de la rupturista Cocó Chanel en los dorados años 20 y luego formando parte de la propuesta de Christian Dior en los 50s. Y así, los tejidos de identidad escocesa, comenzaron su trayectoria en la moda femenina transformando la sastrería en las piezas del nuevo lujo.

En la década de los sesenta, la revolución de la moda también habló en pied de poule. Combinando suéteres con minifaldas y botas. En los setentas fueron las francesas las que presumieron esta trama en ítems básicos que siguen su vigencia hasta el día de hoy.

La icónica Lady Di, llevó esta trama en los años ochenta como nadie y le dio el impulso necesario para ser un clásico de la elegancia sin límites de uso o edad.

¿Cómo lo usamos hoy?

Balmain, con Olivier Rousteing en la dirección creativa, nos recordó que una chaqueta en blanco y negro mezclada con denim puede ser la clave de un equipo apto oficina y por qué no, también apto after office.

Chanel :
La propuesta otoñal de la casa francesa nos invitó a revalorizar los básicos de toda la vida y las piezas en pata de gallo no pueden faltar.

Gucci en versión XL

Un enterizo ajustado por un lazo y realizado en tejido de pata de gallo puede funcionar, pero si el sello es XL te ganas tu lugar en el estrellato del street style .

Una de las it girls (referente de moda) que más adapta la tendencia a sus outfits diarios es Miroslava Duma y ya llevamos varias temporadas viendo como la combina, siempre extraordinariamente.

Más es mejor definitivamente:

Un traje puede ser nuestra fórmula perfecta, pero ¿Qué pasa si salimos de la zona de confort y nos jugamos por una trama protagonista? Nada puede fallar y menos si nos accesorizamos para la ocasión.

El patrón pata de gallo también es apto oficina

Las faldas tubo volvieron con todo, son ideales para combinarlas con nuestras blusas preferidas o los suéteres más comfy de nuestro clóset otoñal. ¿Pero si la versión es en pata de gallo con sellos XXS? No vemos la hora de sumarla a nuestros outfits, de eso estamos seguras.

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